Es mi calibre preferido desde hace muchos años. Cuando lo descubrí, pensaba que era un calibre menor. Cuando uno se inicia con este calibre atraviesa momentos de gran satisfacción y decepciones por no cazar o tirar con calibres mayores. Se fallan piezas que uno piensa que podría haber cobrado con el 20 o el 12, pero la clave es que hay que conocer este calibre, sus bondades y limitaciones. Hasta hoy he tenido seis escopetas del calibre 28: paralelas, yuxtapuestas y semiautomáticas. Ahora tengo mi compañera de por vida: una monotiro de martillo muy especial del siglo XIX.

Una vez se atraviesa la primera etapa con este calibre, cuando uno pasa de un calibre mayor a este delicioso calibre y en la que todavía no se conoce bien, llegan los días de caza y disfrute. Cada lance es un reto mayor; cada pieza cobrada se valora mucho más y, al final, lo que importa es la calidad y no la calidad. Es un calibre que considero hermano menor del calibre 16 por su contundencia y gran pegada, aun con menos gramos de perdigones.

VENTAJAS: Los cartuchos pesan menos, las escopetas suelen pesar menos que las de calibres mayores, los lances y las piezas cobradas se valoran mucho más y el disfrute cazando y rompiendo platos es, para los enamorados de este calibre, mucho mayor. Además, hay una gran variedad de modelos de cartuchos.

INCONVENIENTES: El precio de los cartuchos, aunque ahora en España el precio de otros calibres mayores se ha disparado.

PD: Siento no haber sabido escribir todo esto en inglés.

PD2: ¡Viva el calibre 28!


28 ga, hammerguns and all shotguns and rifles made by hands.
Waidmannsheil 🌿📯